Las pruebas objetivas para la evaluación auditiva en niños, son las que se realizan sin que el niño deba colaborar para obtener los resultados de las mismas, por lo que los resultados son 100% confiables.
Es una prueba rápida en la que se observa el conducto auditivo externo del niño, con el fin de conocer si existe alguna alteración a nivel del oído externo. Esta prueba debe realizarse antes de cualquier otro examen auditivo.
Es una prueba auditiva que se puede realizar en niños a partir de las 24 horas de nacimiento. La misma consiste en la colocación de una pequeña sonda en el oído del paciente, la cual emite unos sonidos que son enviados a la parte interna del oído y de manera automática las células del mismo envían una respuesta de su funcionamiento. Si la respuesta es normal, el equipo indica PASA y si existe alguna alteración el mismo indicará REFIERE, lo que llevará a la realización de las otras pruebas.
Esta prueba evalúa el funcionamiento del oído ante los diferentes cambios de presión atmosférica así como su respuesta ante la presentación de sonidos de alta intensidad.
Se recomienda en la evaluación de todos los niños en edades de 0-6 años y principalmente en aquellos que padecen o padecieron de infecciones de oído.
Es la prueba auditiva que nos ayuda a conocer el grado y tipo de pérdida auditiva que presenta el niño. Debe de realizarse en los niños que han presentado algún tipo de alteración en la prueba de emisiones otoacústicas o bien en cualquier niño donde sospechamos de pérdida auditiva.
Para la realización de esta prueba el niño debe estar dormido o bien se puede requerir de la colaboración de un anestesiólogo pediatra para su sedación.
La prueba consiste en la colocación de unos electrodos en la cabecita del paciente que registran las respuestas auditivas antes la estimulación acústica por medio de auriculares o del vibrador óseo.
La duración de la prueba varía entre 45-60min y se puede realizar en niños de todas las edades.
Existen diferentes tipos de potenciales evocados auditivos, los cuales el evaluador selecciona según los resultados que se van obteniendo en las diferentes pruebas.
Las pruebas subjetivas para la evaluación de la audición en niños son las que se realizan contando con la participación del niño mediante la observación por parte del evaluador de las respuestas que el niño dá ante la estimulación auditiva. Estas respuestas pueden ser voluntarias o bien involuntarias.
Es una prueba subjetiva donde se observan las diferentes reacciones involuntarias del niño ante la estimulación auditiva. Estas respuestas pueden ser: cese del llanto ante la presentación del sonido, sobresaltos e incluso dejar de respirar por algunos segundos.
Esta prueba consiste en la presentación de estímulos auditivos al niño acompañado por un reforzamiento visual, ya sean luces, figuras o muñequitos en movimiento. Las respuesta que se registran son las que el niño de manera condicionada y voluntaria nos brinda.
Consiste en la realización de una audiometría clínica convencional con la estimulación del juego para que el niño no pierda la atención y pueda realizar la prueba con efectividad. Con esta prueba podemos conocer con exactitud el tipo y grado de pérdida auditiva.
Es la prueba subjetiva con la cual se determina el umbral mínimo al que escucha el niño. Para esta prueba es de vital importancia la participación del paciente, pues es quien dará respuesta ante los diferentes sonidos presentados.
El tamizaje auditivo neonatal, es un procedimiento que se realiza en neonatos para conocer si el niño presenta algún tipo de alteración auditiva. Las pruebas de que se realizan son emisiones otoacústicas y potenciales evocados auditivos automatizados.